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Consignación de equipos e instalaciones en las auditorías de PRL

06 de abril de 2017 0 Comentarios

 

En las auditorías de prevención de riesgos laborales (PRL), ya sean reglamentarias u OHSAS, en AUDELCO prestamos especial atención a la consignación de equipos e instalaciones, ya que es uno de los aspectos de especial importancia en un sistema de gestión de la prevención, sobre todo en las empresas industriales, aunque también es de aplicación a muchas empresas de servicios, dado que, cuando se producen fallos relevantes al respecto, pueden llegar a producirse accidentes graves o mortales.

Consignación de equipos e instalaciones en las auditorías de PRL

La normativa establece una necesidad genérica de consignación (RD 1215/97 de Equipos de Trabajo) que es desarrollada en la Guía Técnica del INSHT al respecto, pero no con el suficiente detalle. Con ello queremos indicar que no se llega a concretar si los candados, las llaves, la señalización, ya sean combinadas o independientes, son la solución a adoptar.

En líneas generales, puede afirmarse que la consignación es un asunto que no está adecuadamente resuelto en muchas empresas. En gran parte de las auditorías de PRL reglamentarias u OHSAS, comprobamos que existe un procedimiento de consignación, pero dicho procedimiento es genérico, es decir, contempla cualquier consignación que se vaya a realizar, sin entrar demasiado en detalle en los distintos tipos de energías involucradas (eléctrica, neumática, etc.) ni en el tipo de consignación (candados, señales).

Posteriormente, cuando visitamos las instalaciones, en muchas ocasiones nos encontramos con distintos tipos de consignación en función del departamento: en uno usan candados, en otro usan señales de diferentes tipos, en ocasiones en un estado de conservación o de control que indican la existencia de carencias al respecto. Probablemente esto se debe a que son empresas en las que, por fortuna, no han tenido un accidente grave o mortal en este ámbito, pues en estos casos los procesos de consignación suelen estar mucho mejor establecidos.

Son habituales también las carencias en formación específica en procedimientos de consignación. El personal de mantenimiento que es el que tiene mayor exposición a este riesgo, suele disponer de formación al respecto, pero la misma se encuentra diluida dentro de la formación general del puesto, en la que se forma sobre consignación, sí, pero al mismo tiempo de riesgo eléctrico, altura u otros riesgos importantes, por lo que la eficacia de la formación específica en este factor de riesgo es inferior a la recibida mediante cursos específicos.

Por otro lado, hemos comprobado que los procedimientos de consignación más eficaces se basan en:

  • El establecimiento de sistemas de corte homogéneos (si se usan candados o señales, se usan siempre los mismos – o adaptaciones autorizadas de los mismos- y de la misma forma)
  • La realización de extensos trabajos de identificación de los puntos de corte de cada máquina o instalación, quedando documentados en fichas o carpetas, de modo que cuando un trabajador va a intervenir sobre una instalación o una máquina, no tiene que pensar dónde debe cortar (con el riesgo de que se olvide de algún punto de corte), sino que lo único que tiene que seguir es la ficha preestablecida de consignación de la instalación o máquina de la que se trate.

En este contexto, debemos preguntarnos cuáles son las mejores prácticas que nos encontramos en las auditorías de PRL, ya sean reglamentarias u OHSAS y que tienen lugar normalmente en empresas multinacionales, que han identificado este riesgo como uno de los que pueden generar accidentes mortales, y han establecido programas específicos para su control.

Estos programas responden normalmente a una triple vía:

  • La elaboración de exigentes procedimientos de consignación, que requieren el desarrollo de procedimientos específicos en cada país, e incluso en cada centro de trabajo, que respondan a los requisitos establecidos.
  • La formación específica sobre los procedimientos establecidos.
  • Las inspecciones o auditorías periódicas sobre el cumplimiento de dichos procedimientos.

Todo ello claro está, para controlar y evitar accidentes graves o mortales debidos a este factor de riesgo.

Por todo lo expuesto, consideramos que debe mejorarse el control asociado a la consignación, al menos estableciendo con claridad los elementos de corte (candados, señales), promoviendo la homogeneidad de los mismos, realizando formación específica al respecto, e incluyendo el cumplimiento de estos estándares en los programas de inspecciones de seguridad, observaciones de comportamiento y auditorías internas.

 

Elías Parga Landa

Ingeniero Industrial

Director de Auditoría de AUDELCO

 

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